Nací en 1991 y ello significó una gran
cantidad de cambios significativos en mi vida, tanto a nivel educativo como a
nivel político. Nací en Madrid pero viví mis primeros ocho años en el Escorial
que es un pueblo en la sierra de Madrid. Allí me forme en una guardería de bebé y primero de infantil e
hice segundo y tercero en un colegio de educación infantil. Más tarde me hice
“mayor”, pasaba a primaria y me cambie a un colegio donde hice primero de EGB y
segundo de primaria, fue un cambio que no entendí hasta mucho tiempo después.
Al terminar segundo mi madre empezó a trabajar en un colegio de Madrid y a mí
me metió en otro de cerca, en el tajamar que está en Vallecas y es del opus,
claramente solo de chicos, cosa que me marcara para no atreverme a hablar con
chicas hasta mi segundo cuarto de la ESO. Ahí en el tajamar estuve tercero y
cuarto de primaria, mientras cursaba cuarto mi familia y yo nos mudamos a las
Rozas, una zona claramente muchísimo mejor que el Escorial pero fue un cambio
que me haría perder todos esos amigos de la infancia de los cuales a muchos no
les recuerdo y a otros pocos nos los veo nunca pero tengo un pequeño recuerdo.
Una vez mudado, vivía con mi familia en un piso de cuatro habitaciones, un poco
pequeño para la familia que tengo ya que somos seis hermanos, tres chicos y
tres chicas. Una vez mudado a las rozas mis padres deciden que me cambie de
colegio a uno de las rozas donde cursé quinto y sexto de primaria y donde me
costó relacionarme debido a que allí ya estaban formadas las amistades y no me
sentía integrado. Una vez graduado de primaria me cambie a un instituto público
de las rozas, donde hice primero de la ESO, sacando buenas notas pero
sintiéndome mal en la clase ya que se metían conmigo. Al terminar primero me cambie
a otro colegio de las rozas donde hice segundo, tercero, cuarto y nuevamente
cuarto de la ESO ya que desde que empecé en ese colegio sacaba malísimas notas
y fui repetida veces expulsado. En ese colegio me metieron en la cabeza la
política ultraderechista y me rape, me puse una bomber con parches de España y
unos pantalones militares con botas de acero. Esta fue una época muy difícil ya
que cuando acabe cuarto de la ESO me volví a cambiar de colegio donde hice
primero, segundo y segundo nuevamente por una notas excelentes en bachillerato.
Cuando estaba en primero de bachillerato mi familia y yo nos volvimos a mudar,
pero esta vez a un chalet y en las Rozas mismas. Al poco tiempo mi padre llega
a mi casa un día diciéndome que tiene que hablar conmigo y me informa de que mi
mejor amigo había muerto la noche anterior en un accidente de coche y yo no le
creo porque tenía un mensaje suyo de esa misma noche y cuando me di cuenta de
que era verdad me encerré en mi cuarto a llorar hasta que no aguante mas y me fui
con los amigos que teníamos en común y lloramos todos juntos. A partir de ahí
me enganche a los porros, necesitando mínimo cuatro al día, necesitándolos para
vivir, para dormir, para olvidar el mundo de mierda que me rodeaba y la mierda
que era yo hasta que un día en el verano de mi segundo segundo de bachillerato
conocí a Cristina, mi actual novia desde hace un año y medio y persona a la que
más quiero en este mundo. Ella me ayudo a salir de toda la mierda en la que
estaba metida poco a poco y es algo que la agradeceré eternamente. La política
ahora mismo está metida en mi corazón pero no la he vuelto a manifestar desde
que estoy con ella de manera radical ni he provocado a nadie para buscar un
enfrentamiento. Además llevo ya un año y medio sin probar un solo porro, y
aunque lo hecho un poco de menos estoy concienciado de que no lo volveré a
probar. Pero cuando la conocí descubrí de que la vida es a largo plazo y que
debería de empezar a invertir desde pequeño en mi vida y decidí estudiar una
carrera, un poco tarde para darse cuenta pero no lo suficiente para lucharlo,
sacarlo y buscarme las migas para que aunque no conseguí estudiar en Madrid no perdí
un año y me he venido a estudiar un a Segovia. Estudiar en Segovia me está
costando caro en dinero y tiempo (5 horas de viaje al día entre la ida y la
vuelta) pero ya era hora de que hiciera algo de esfuerzo por mi futuro y me
hice la promesa de sacarme la carrera sin tener que perder un año más de mi
vida y de tal manera de que mis padres puedan estar orgullosos de mi por una
vez. Por último cabe destacar que tengo unos compañeros estupendos que además
son amigos y en especial María que me está ayudando a sacar adelante la
universidad. Algo muy importante en mi vida ha sido la familia, me ha enseñado
a como compartir y valorar lo que se tenga por poco que sea. Al ser tantos
hermanos no hemos tenido mucho ya que nos tuvieron cuando mis padres eran
jóvenes y no pudieron darnos mucho, nos faltaban recursos pero poco a poco
salimos adelante. Con esto quiero decir que lo que he querido me lo he tenido
que ganar desde pequeño y por eso con 16 años empecé a trabajar los veranos en
la obra y en empresas de mudanzas. Últimamente estoy metiéndome en trabajos más
rentables ya que no puedo vivir en una obra y por eso he pasado por músico (se
gana poco pero es un hobbie familiar, tenemos un grupo mi padre, mis hermanos y
yo, toco el bajo), camarero, azafato, mozo de almacén, dependiente y seguridad
de una tienda, pasante en un bufet de abogado y logístico en una campaña de
publicidad de coca-cola y les he gustado, recibiendo así una oferta de
coordinador de eventos que he tenido que rechazar de momento por tener que
darle prioridad a mis estudios. Volviendo a mi familia me gustaría destacar que
hasta hace poco no me he llevado bien con nadie, ya que me he pegado siempre
con todos mis hermanos, hartando así a mis padres. Esta es una cortísima forma
de contar los años que he vivido, llenos de dificultades, baches y aventuras, y
hay frases que me persiguen desde que he madurado y recomiendo a todo el mundo
para que tengan en cuenta son: “de los errores se aprende”, “nada es imposible”
y “nunca es tarde para rectificar”.
PD: La
salvación de mi vida tiene un nombre: Cristina.